Geolectos y otras realidades lingüísticas

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Lugar: Madrid, Spain

20 de mayo de 2009

La fala y las teorías absurdas

Hace unos años, Quique Costas, en un artículo publicado en la Revista de Filología Románica, me atribuyó una teoría sobre la adscripción lingüística de la fala del noroeste de Cáceres que no tenía fundamento en lo que yo había dicho hasta ese momento (el artículo es del año 2001 y mis investigaciones se empezaron a conocer a partir de 2003). Es más, por aquel entonces ni siquiera tenía una opinión sobre la fala porque me interesaban mucho más los aspectos generales de las hablas extremeñas: la fala era solo una piececita más en el puzle dialectal de Extremadura (una única encuesta en Eljas, en 1996, no podía justificar el establecimiento de ninguna teoría). El asunto quedó zanjado en su día: Costas me dio sus razones, que entendí, y a él le quedó claro que eso de “castellano dialectal extremeño con lusismos” yo no lo había dicho en mi vida.

Sin embargo, y ahora es cuando viene lo bueno, como aquella “supuesta” opinión mía quedó reproducida en el artículo de la Revista de Filología Románica, ha ido pasando de unas manos a otras, como si fuera un virus que se contagia al más mínimo contacto. Los que no se molestan en recurrir a las fuentes originales siguen haciéndome padre de una opinión que nunca he expresado. Llevo contados varios casos; el último, el aparecido en un artículo publicado en International Journal of the Sociology of Language (2007). La cita que se hace en la página 131 es graciosa: se toma el autor tan pocas molestias en comprobar la veracidad de lo que dice que incluso reproduce la errata que se deslizó en la Revista de Filología Románica en las iniciales de mi nombre.